domingo, agosto 13, 2006

Tallarines Verdes

He aquí la primer receta. Me decidí por los tallarines verdes porque es una buena opción para comer espinaca y a todos les gusta.
Hacer tallarines caseros es fácil (mentiría si dijera que es simple y algo rápido de hacer), pero la verdad es que no tiene demasiadas complicaciones. Sólo hay que tener ganas y animarse.
Partiendo de una masa básica con huevos y harina, se pueden obtener variantes interesantes. Con distintos vegetales (cocidos, escurridos y procesados) conseguimos tallarines saborizados y coloreados: verdes si usamos espinaca, rojos si le ponemos morrones rojos (pelados), morados si agregamos remolacha (apenas cocida o hasta cruda); y hasta tallarines negros si le ponemos un calamar cocido y procesado.
Para hacer la masa básica para tallarines al huevo se baten en un bowl 4 huevos, con sal fina, una cucharada de agua fría y dos cucharadas de aceite (hasta que se forme una espumita, como para hacer milanesas) y se va agregando de a poco harina común (yo prefiero usar harina 0000, quedan más blancos y suaves) hasta que se forme una pasta que sea fácilmente amasable. Se coloca sobre la mesada o una mesa y se amasa un ratito hasta conseguir un bollo de masa liso y suave. Se deja descansar al menos media hora, tapado y preferentemente en la heladera.
Para hacer la variante de los tallarines verdes, se coloca la espinaca ya procesada en los huevos batidos, antes de comenzar a agregar la harina, o bien se puede procesar directamente con los huevos en una procesadora o con una Minipimer.
Una vez descansada la masa, comienza la tarea de estirarla. Se puede usar el viejo método del palote y sacar buenos músculos, o si no se puede usar una máquina de hacer pastas "made in China", de acero inoxidable, que en los hipermercados se consigue en $30 con los descuentos del fin de semana, que no sólo sirve para estirar sino también para cortar. La idea es estirar la masa hasta que quede fina, de unos 2 mm de espesor o más gruesa, si les gustan gruesitos. Cuando ya se logró el espesor deseado, se deja orear unos minutos, hasta que la masa se torne más seca, pero no tanto como para que se resquebraje al querer cortarla. Yo aconsejo usar bastante harina extra (en particular con la masa que tiene espinaca) para secar aún más la masa o mejor aún, en vez de harina usar semolín o sémola extra fina.
Cuando se tiene la masa "oreada", lista para cortar, se puede utilizar la máquina china, que por lo general tiene dos rodillos distintos, uno para hacer tallarines y otro para hacer cintas, o se puede cortar con un cuchillo filoso, sin serrucho (para ésto se arrolla la masa como si fuera un pionono y una vez cortados del grosor preferido se sacuden con las manos para separarlos).
Estos tallarines son fácilmente freezables, sólo hay que cuidar que no les falte harina o sémola y sería más adecuado freezarlos en capas, separados con papel film.
Ya cortados, se hierven en abundante agua con sal, hasta que suban a la superficie. Para evitar que se peguen una vez cocidos, es aconsejable enjuagarlos con agua hirviendo, mientras están en el colador.
Luego, colocarlos en una fuente, agregarle manteca, aceite o la salsa que gusten.
A mí me gusta servirlos con una buena salsa bolognesa. El queso rallado es opcional, ya que hay gente como yo, a la que no le gusta el queso.

Ingredientes:
  • Huevos, 4
  • Sal fina, 1 cucharadita
  • Aceite, 2 cucharadas
  • Agua fría, 1 cucharada
  • Harina 0000, 400 gr aprox.
  • Harina extra o semolín, cant. necesaria
  • Espinaca, 2 atados